legionella

Del cuidado en el agua que ingerimos y utilizamos para la higiene personal depende en un alto porcentaje nuestra salud; a través del vital líquido podemos ser contagiados con innumerables tipos de enfermedades, una de las muchas que pueden llegar a afectarnos es la legionelosis y legionella, una infección que se aloja en los pulmones y que se confunde o se le asocia a la neumonía por sus síntomas, muy similares entre sí.

Las duchas, los jacuzzi, los tanques, bebederos, sistemas contra incendios, recipientes, aspersores, fuentes y cualquier otro sitio en el que pueda acumularse agua, son sitios donde esta infección se encuentra sino son atendidos por especialistas en su erradicación.

A pesar de que según datos estadísticos, 1 de cada 10 personas infectadas con esta enfermedad muere, su tratamiento es muy sencillo. Pero antes de tener que enfrentar la afección, lo principal es prevenirla con el trabajo de una empresa de control de agua, que se encargue de mantener el correcto funcionamiento de nuestros sistemas acuíferos.

Qué es la legionella

La enfermedad del legionario, como también se le conoce, es causada por el ingreso de la bacteria legionella en el organismo; inmediatamente de que esto sucede, se aloja en los pulmones, generando en el afecto un cuadro tos, dolores musculares, fiebre, dificultad respiratoria y dolor de cabeza. Generalmente estamos expuestos a esta enfermedad, pero nuestro organismo en su batalla diaria contra las bacterias logra repelerla; sin embargo su prevención es vital, estar altamente expuesto a ella terminaría por ser contraproducente.

Al ser una enfermedad de los pulmones, pudiéramos consumirla, pero esta iría al sistema digestivo sin representar problema alguno. El problema ocurre cuando la legionella se encuentra en gotas de agua y sin querer la inhalamos, al ingresar al sistema respiratorio podemos estar contagiados. Generalmente no existe posibilidad de contagio entre personas.

Solo en los casos en que la persona se encuentre afectada inmunológicamente, esta infección logra afectar, es decir, para esas personas que se encuentran librando una batalla contra el cáncer, diabetes, insuficiencia renal; presentan afecciones pulmonares como enfisemas o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc); y fumadores activos o pacientes con tratamientos que afecten el sistema inmunológico.

Tratamiento y prevención de la legionella

Lo principal a tomar en cuenta al momento de prevenir la legionella, es identificar los espacios en el hogar en donde está presente el agua; es necesario recordar que absolutamente todos los sistemas donde interviene el líquido son propensos para una infección.

Estos sistemas deben tener mantenimiento periódico por parte de expertos que atiendan estos posibles riesgos, sin duda es la manera más efectiva de prevenir cualquier contagio indeseado.

En todo caso, si la infección está presente en el organismo, lo ideal es acudir al organismo. El doctor con algunos exámenes, tal vez de orina o esputo, incluso una radiografía de tórax, podría detectar la presencia de la infección.

En este caso el médico, en vista del carácter infeccioso de la enfermedad procederá a recetar una serie de antibióticos que eliminen la bacteria del organismo.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *