El uso de la energía renovable se ha expandido a nivel mundial en los últimos años, tanto en hogares como en industrias. Siendo uno de los elementos más utilizados los paneles solares.
La vida útil de los paneles se encuentra entre veinticinco y treinta años aproximadamente. Para lograr que nuestros paneles alcancen a durar este tiempo es importante cumplir con el mantenimiento que los paneles solares requieren, con el fin de alargar no sólo su vida útil, sino de disminuir la cantidad de residuos que serán generados cuando muchos de estos módulos caduquen.
Muchos países alegan que los paneles contienen materiales peligrosos y complicados como para intentar reciclarlos. Por suerte, muchos de esos materiales están quedando por fuera gracias a los avances tecnológicos en la elaboración de los nuevos paneles solares, y se ha comprobado que cuidadosamente es posible reciclar un alto porcentaje de los materiales.
Es posible garantizar la vida útil de los paneles solares a través de un mantenimiento preventivo, el cual puede ser realizado por cualquier persona, y un mantenimiento común o no preventivo, llevado a cabo por expertos.
Mantenimiento preventivo
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Entre las acciones que conforman este tipo de mantenimiento se encuentran:
Sistema de generación:
Este sencillo paso consiste en retirar cualquier cosa que pueda evitar que se genere la corriente eléctrica adecuada, como el polvo que se va acumulando, sobretodo en zonas más expuestas, excremento de aves, suciedad y cualquier objeto que obstruya la producción de energía de los paneles. Teniendo en cuenta no utilizar ningún elemento abrasivo que pueda rayar las placas, y hacerlo al menos una vez al mes.
Sistema de acumulación:
Limpiar una vez al mes las baterías (cuidando que estén bien cerradas) y bornes con bicarbonato de sodio y agua. 100gr de bicarbonato por litro de agua. La mezcla podrá ser retirada de los paneles con agua.
Chequeo de degradaciones en los paneles:
Para este paso no hay que utilizar más que los ojos, para evidenciar que ninguna célula o cristal esté roto, algo que podría ocurrir por agentes externos.
Soporte de los paneles:
Consiste en comprobar la fijación de la estructura o cubierta, que la tornillería esté bien apretada y en caso de que alguno presente defectos, es necesario cambiarlo por otro nuevo.
Mantenimiento común no preventivo
Los siguientes pasos deberán llevarse a cabo por profesionales en el área de sistemas eléctricos.
Revisión de placas solares:
Deberá realizarse en horas donde no haya sombra y la corriente sea bastante elevada, comprobando así la tensión de circuito abierto y la corriente de cortocircuito.
Caídas de tensión:
Controlar las caídas de tensión es la mejor manera de verificar que los paneles están trabajando de forma correcta y deberá llevarse a cabo cuando en el circuito pase la mayor cantidad de corriente. Los puntos para comprobar cada circuito son: circuito paneles-regulador o inverso, circuito regulador-batería, circuito baterías inversor y circuito de consumo.
Cuadro general de distribución e instalación de interior:
Los dispositivos de protección contra cortocircuitos se chequearán cada cinco años, al igual que el aislamiento de la instalación interior.
Puesta a tierra de la instalación:
Cuando el lugar donde se encuentre la instalación fotovoltaica esté más seco, se medirá la resistencia tierra para evitar que pase del valor fijado, esto deberá hacerse cada dos años.
En general, para un mantenimiento básico de los paneles solares, no hace falta más que agua, jabón y prudencia, teniendo en cuenta el uso de materiales suaves para su limpieza. Cuando los paneles están sucios se pierde parte de su producción de energía. Asimismo, una revisión anual del depósito de acumulación, cuidar las gomas aislantes y la posible aparición de grietas.
Al realizar trabajos que incluyan herramientas eléctricas, es importante contar con acompañantes, que sea realizado por al menos dos personas y usen guantes aislantes.