Cuando hablamos de almacenar agua, dos de las opciones más comunes son el aljibe y el depósito, aunque ambos cumplen la misma función principal de recoger y conservar agua, tienen diferencias importantes en su estructura, uso y mantenimiento.
Conocerlas es fundamental en caso de tu idea sea colocar un sistema de almacenamiento de agua, porque, como todo, cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
¿Qué es un aljibe?
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Una estructura subterránea, diseñada, específicamente, para almacenar agua, generalmente de lluvia, aunque también puede recibir agua de otras fuentes.
Los aljibes se utilizan desde hace mucho tiempo, sobre todo en zonas áridas o con acceso al agua limitado, se construyen con piedra, ladrillo u hormigón, materiales que garantizan que tengan una larga vida útil.
En su parte superior llevan una tapa o una pequeña abertura por donde se recoge el agua de lluvia, con, generalmente, sistemas de filtración básicos para evitar que entren hojas, polvo o cualquier cosa que la pueda contaminar.
¿Qué es un depósito de agua?
Por otro lado, un depósito es una estructura generalmente construida sobre la superficie y diseñada para almacenar agua potable o destinada a diferentes usos.
Los depósitos de agua pueden ser de diferentes tamaños y materiales, como plástico, fibra de vidrio, acero o cemento, y se instalan en edificios, comunidades, o empresas, para garantizar un suministro constante de agua en momentos de escasez o cortes temporales.
A diferencia del aljibe, que suele estar bajo tierra, el depósito es más visible y accesible, lo que facilita su limpieza y mantenimiento, además, puede conectarse directamente a la red de agua potable para asegurarte de que el agua que almacenan sea adecuada para su consumo o uso diario.
Diferencias entre aljibe y depósito de agua
Aunque tanto el aljibe como el depósito cumplen la misma función, las diferencias entre ambos son considerables, y seguro que influyen en tu decisión según el tipo de uso que le quieras dar, el espacio disponible y tus necesidades de almacenamiento de agua.
Veamos si te podemos ayudar a eliminar tus dudas.
Ubicación
Al estar bajo tienda, un aljibe destaca por dos características a tener en cuenta: es más discreto y mantiene el agua más fresca y protegida de la exposición directa al sol.
Por otro lado, un depósito se coloca en superficie o en lugares elevados (incluso en techos), y vale que es mucho más visible, pero también es más fácil acceder a él para tareas de mantenimiento.
Materiales de construcción
Los aljibes, con materiales duraderos como piedra, ladrillo o cemento, que aseguran, una vida útil interesante, pero su construcción inicial necesita de una inversión importante
Los depósitos, de plástico, acero inoxidable, fibra de vidrio o también hormigón, permiten que sea una construcción más rápida y menos costosa en comparación con los aljibes.
Capacidad de almacenamiento
Los aljibes pueden construirse de gran tamaño, al estar bajo tierra, así que su capacidad es considerable, por eso son ideales en zonas donde las lluvias son escasas pero intensas, y posibilita que puedan mantener la cantidad que reciben de manera puntual y almacenarla hasta la siguiente recogida.
Aunque los depósitos también pueden almacenar grandes cantidades, tienen límites por su ubicación en superficie o en techos.
Uso del agua
El agua almacenada en un aljibe, generalmente, se utiliza para riego, limpieza y otras tareas que no requieren agua potable, en caso de que necesites emplearla para consumo humano, debe pasar por un proceso de filtrado y purificación.
Los depósitos, sobre todo si están conectados a la red de agua potable, la almacenan para el consumo diario, de ahí que sean más habituales zonas urbanas y en instalaciones industriales o comerciales.
Mantenimiento
El mantenimiento de un aljibe llega a ser más complicado, su limpieza y reparación exigen más tiempo y esfuerzo, además del cuidado que tiene que tener para que no se filtren materiales del terreno que puedan contaminar el agua.
Por el contrario, el acceso a un depósito es mucho más fácil, y así las tareas de limpieza, inspección y reparación son más sencillas y rápidas.
En definitiva: ¿aljibe o depósito de agua?
Ya conoces los dos y tienes claro que debes decidir unos puntos como el espacio del que dispones para colocarlo, la cantidad que vas a necesitar y, sobre todo, el destino, ya que en caso de dirigirla a consumo, un aljibe te obliga a incluir un sistema de filtrado y depuración del agua que va a contener.
Otro aspecto muy importante es la facilidad de acceso, ten en cuenta que vas a necesitar entrar en él para realizar reparaciones puntuales, y para un mantenimiento frecuente, y en un aljibe, cualquiera de ellas se complica
Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, pero lo fundamental es esto último y es lo que asegura que el dinero que ahora inviertes en colocarlo o construirlo merece la pena.
Asegurarte de poder realizar un mantenimiento adecuado, que garantice que el agua almacenada sea segura y de calidad, es imprescindible para poder utilizar el agua que almacena con tranquilidad.
Contar con un equipo de profesionales que se encarguen de hacerlo de manera periódica es la mejor solución para conseguirlo.
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