Aire Acondicionado

Llega el verano y con él se acerca la lucha por el mando del aire acondicionado en las oficinas de toda España. Ese sencillo gesto de accionar el mando del aire acondicionado, acarrea numerosos conflictos entre compañeros. Pero más allá de la comodidad de unos y otros, planea algo más importante si cabe. La calidad del aire interior de las oficinas y edificios públicos. Algo que debería preocupar y mucho a los gestores y responsables de esos espacios.

Esa preocupación por la calidad del aire interior es la que se refleja en las condiciones impuestas en el RITE. Una parte esencial para cumplir esas condiciones es el mantenimiento de los conductos del aire acondicionado. TBA, realiza el Estudio de la Calidad del Aire Interior en estos conductos. Con arreglo a lo marcado en el Real Decreto 238/2013. Y cumpliendo con las normas UNE 100.012 (Norma de Higenización de Sistemas de Climatización) y la UNE 171.330 (Calidad Ambiental en Interiores).

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    Limpiar los conductos de aire acondicionado

    En ese objetivo de disfrutar del mejor ambiente interior posible, la limpieza de los conductos de AA es fundamental. Existen unas operaciones periódicas que inciden en la consecución del objetivo, así las cosas deben ser realizadas en todas las instalaciones de climatización:

    • la revisión de la red de conductor. Siguiendo el Criterio de la Norma UNE 100012 (higienización: Inspección y limpieza).
    • revisión de la propia calidad ambiental. Siguiendo los criterios de la Norma UNE 17133 (análisis microbiológicos y físico-químicos)

    Estas acciones son de debido cumplimiento al menos una vez por temporada.

    Aire Acondicionado

    La calidad del aire interior

    Los últimos estudios demuestran que el aire interior de los edificios es de peor calidad. Es tan baja esa calidad que incluso podemos encontrarnos edificios e instalaciones que tienen hasta diez veces más contaminación en el aire, que el ambiente exterior en el que se sitúan. Razones para esa pobre calidad del aire interior hay muchas, pero quizás dos factores son los que más influyen para que esto sea una realidad preocupante:

    • las tendencias en los diseños de los edificios, cada vez más cerrados y herméticos,
    • la ocupación durante largas e intensas jornadas de esos recintos.

    La solución, una correcta ventilación de los mismos por supuesto. Así como acciones encaminadas a la limpieza e higienización de los sistemas de climatización. Tanto de las unidades de tratamiento del aire, UTAs, así como de los conductos intervinientes en estos procesos. Se deben realizar las correspondientes revisiones e inspecciones visuales, pero también una toma correcta de muestras. Para poder comprobar el estado microbiológico de ambientes y superficies. Una herramienta muy eficaz son los informes de evaluación del ambiente interior en edificios.

    Inspecciones de los sistemas

    Es evidente que las inspecciones de instalaciones, sistemas y sus componentes es una medida necesaria. Estas inspecciones tienen una finalidad, diagnosticar posibles deficiencias y promover las medidas correctoras. Evaluar el estado de ventilación del edificio, descubrir problemas y aportar soluciones.

    No es solo una cuestión del sistema de ventilación de la edificación, se debe extrapolar a los sistemas de acondicionamiento y climatización del aire. La revisión de las unidades que tratan el aire, de los circuitos de retorno e impulsión utilizados. Para ellos realizamos las pertinentes inspecciones. Todas ellas deben medir ciertos parámetros que sirven para dar la medida real de la calidad del aire interior. Una breve lista de éstos sería:

    • hacer las mediciones de temperatura y de humedad relativa,
    • comprobar los niveles de dióxido y monóxido de carbono,
    • efectuar un conteo de las partículas en suspensión, así como de gravimetría,
    • controlar la aparición de hongos y bacterias que se pueden encontrar en suspensión…

     

     

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