Termodinámica y biología del agua, S.L. es una empresa de control del agua y calidad del aire interior. Muy pronto celebraremos el día mundial contra la neumonía, y en esta oportunidad queremos hablarte de esta infección respiratoria que es muy frecuente y que cualquiera podría contraer.

La neumonía es una infección que afecta a uno o ambos pulmones, producida por diferentes microorganismos, ya sea bacterias, virus u hongos. También se puede producir por la inhalación de líquidos o químicos.

Síntomas de la Neumonía

Los síntomas de la neumonía pueden variar desde leves hasta severos, siendo los más comunes:

  • Dolor torácico, al respirar o toser.
  • Tos con producción de flema.
  • Fiebre elevada, con escalofrío y sudoración.
  • Malestar general.
  • Dificultad para respirar.
  • Nauseas, vómitos o diarreas.
  • Dolor en los músculos y las articulaciones.
  • Dolor de cabeza.
  • Desorientación o cambios en el estado mental (en adultos mayores de 65 años).
  • Hipotermia (en adultos mayores de 65 años).

Los bebés y niños podrían no presentar signos que nos sugieran una infección, sin embargo podrían presentar vómitos, tos, fiebre, parecer inquietos o cansados y sin energías, o presentar dificultad para comer o respirar.

Causas y transmisión

Son varios los gérmenes que podrían causar neumonía, los más frecuentes son los que se encuentran en el aire que respiramos. Muchas veces nuestra salud es óptima, sin embargo estos gérmenes pueden ser más fuertes que nuestro sistema inmunológico, logrando  penetrar e instalarse.

Recordando lo mencionado al principio, esta infección puede ser causada por bacterias, virus u hongos. Entre las bacterias más comunes se encuentra a Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Micoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, Chlamydia psitacii, Coxiella burnetti y Legionella pneumophila.

Los virus que causan la gripe y el resfriado común también pueden causar neumonía. Estos son más comunes en niños menores de 5 años. La neumonía viral suele ser leve, sin embargo, podría agravarse en algunos casos. Las personas que adquieren neumonía por hongos suelen presentar una enfermedad crónica o un sistema inmune débil. Estos hongos se encuentran en la tierra o en las heces de las aves, pueden variar según su ubicación geográfica.

La neumonía se podría clasificar según la forma en la que se adquiere: la ‘neumonía adquirida en la comunidad’ ocurre fuera de cualquier instalación hospitalaria, en nuestro día a día; mientras que si se adquiere durante su estancia en cualquier centro hospitalario recibe el nombre de ‘neumonía hospitalaria’, esta suele ser más grave, dado que las bacterias que la causan pueden ser más resistentes a los antibióticos.

Factores de riesgo y prevención

Cualquier persona está expuesta a contraer esta infección, sin embargo, existen muchos factores que podrían facilitar su asentamiento en nuestros pulmones, como por ejemplo:

  • Alguna enfermedad crónica previa
  • Rango de edad, mayor de 65 años o menor de 2
  • Largos periodos de hospitalización
  • Cigarrillo
  • Supresión del sistema inmunológico.

Es importante recordar que existe un tipo de neumonía que se adquiere al inhalar líquidos o químicos, por lo que hay que tomar en cuenta la relevancia en practicar una buena higiene, un consumo de aguas limpias y el lavado de manos regular, como medida preventiva.

La vacuna antineumocócica evita la aparición de neumonías causadas por neumococos, sin embargo las vacunas antigripales también son parte de la prevención. Es importante que consultes con tu médico el estado actual de tu esquema de vacunación. De igual manera es imprescindible asegurarse de que los niños menores de 2 años, y hasta los 5 años, reciban la vacuna según les corresponda.

La mejor manera de luchar contra esta enfermedad es tomando las medidas necesarias para prevenirla.

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